MÉXICO
Noviembre de 2024 Del aeropuerto de Cancún solo se puede salir por una carretera con dos carriles para cada sentido y atestada de tráfico, la bicicleta tampoco va nada bien; hubiese necesitado un mecánico en el breve descanso de mes y medio en España, pero voy dispuesto a recorrer América con el guardabarros suelto, un sillín durísimo y unos pedales que no paran de caerse. Mientras paro por enésima vez a colocar bien el pedal, uno de los militares del control que tienen en la vía me pregunta qué hago, no da crédito cuando ve toda la bici equipada y los pedales doblados. Cansado de esta carretera tomo un desvío por camino de tierra hasta la casa donde he reservado habitación para hoy. A pesar de su cercanía al lujo de Cancún, el pueblo de Avante es bien humilde: apenas unas pocas calles asfaltadas y casas semi-escondidas entre la selva yucateca. Por el camino he encontrado un mecánico que ha cambiado el desviado tornillo del pedal y ha acomodado el guardabarros. Después de 1...